Haz cosquillas y azota el cuerpo de tu pareja prestando atención a las zonas erógenas. Suspenda inmediatamente si se produce una molestia no deseada. Evite el uso de fuerza excesiva para ayudar a prevenir lesiones en la piel.
Consejo(s): discuta los niveles de comodidad con su pareja antes de usarlo. Suspenda su uso inmediatamente si se produce malestar o dolor no deseado. Úselo siempre de manera responsable.